Circular por Lugo

Nunca estuvo más difícil circular en coche por las calles de Lugo.
Las obras siempre son un problema, pero si no se adoptan unas mínimas, habituales en cualquier otra ciudad, el caos esta garantizado.
¿En qué cabeza cabe desviar dos carriles de la Ronda por una calle estrecha y con pendiente pronunciada como la calle Ciudad de Vivero? Además no existe señalización adecuada, y cualquier conductor que no sepa lo que le espera se encuentra unas vallas mal colocadas cortando su camino y ninguna señalización ni vertical ni horizontal que le indique como esos dos carriles se convierten en uno sólo, mientras atraviesas líneas continuas que nadie pensó en borrar.
Para mayor sorpresa, la calle Vivero presenta a media pendiente un estrechamiento por la instalación de una grúa sobre plataforma de hormigón, instalada una vez desviado el tráfico por esta calle. Frente a esta grúa un solar en demolición desde hace meses convertido en vertedero, mal cerrado y con un poste de madera inclinado sobre la vía publica. Todo un hermoso y nada peligroso panorama para cuantos pasen por allí.
Después de sortear curvas cerradas (Pascual Veiga), y realizar una serie de paradas obligadas cada dos metros para dejar aparcar en plazas ORA a derecha e izquierda, y respetar (el que quiere) a los que entran y salen de los numerosos garajes, se llega, si queremos regresar a la Ronda, a la zona de la Estación de Autobuses.
Allí el espectáculo es todavía más alucinante: Vallas mal puestas, nada de señalización y todo el tráfico tratando de abrirse camino entre los taxis y los coches de la Policía Local allí estacionados.
Detrás de la Estación de Autobuses se intentó que el tráfico circulara en dos carriles paralelos, pero el intento fue en vano porque ni la raya pintada en amarillo se ve (nunca se repintó), ni las cintas de plástico atando vallas, ni los coches mal aparcados lo permiten.
De ese modo, y en fila india, nos encontramos con el tráfico proveniente de la calle San Roque, y ya todos juntitos en amor y compañía (es mucho decir), con la paciencia al límite llegamos nuevamente a la Ronda.
Este es uno de los múltiples ejemplos del caos circulatorio en Lugo provocado por la falta de estudio previo a la adopción de medidas de tráfico, por la ausencia de señalización adecuada, por la falta de exigencias en el cumplimiento de las normas a las empresas que realizan las obras, y por la más que llamativa falta de agentes de policía colaborando en la regulación del tráfico.
Estas mismas escenas las podemos ver en otros sitios de la ciudad, donde obras interminables y mal señalizadas reproducen este panorama. En otros casos no son las obras sino la ausencia de agentes o la mala regulación semafórica la que provoca los problemas.
Nos comprometimos en nuestro Programa Electoral 2007 a la creación de la Concejalía de Movilidad y a la elaboración de un Plan de Tráfico contando con la opinión de la sociedad y de los expertos, y así se hará.
Nos comprometimos a reformar y potenciar el transporte público y así se hará.
Nos comprometimos a crear la Policía de Movilidad y así se hará.
Nos comprometimos a crear más aparcamientos y también se hará.
Es el momento de empezar a tomarse en serio los problemas diarios, los que más preocupan a los lucenses. Los problemas de la calle.